Dos alumnas de nuestro centro son reconocidas por su trayectoria académica y personal en secundaria
Un premio al esfuerzo, a la constancia y la organización, también a la curiosidad, la inquietud y el entusiasmo por aprender y realizarse. Las alumnas Paola Gómez Becerril y Ana Hormigo Urbán, que cursan 1º de Bachillerato en nuestro colegio Sagrado Corazón de Sevilla, han recibido un reconocimiento del Ayuntamiento de Sevilla a través del Área de Educación por su trabajo y actitud dentro y fuera de nuestras aulas.
Los Premios a la Trayectoria Académica y Personal del Alumnado de 4º Curso de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y de 2º de Formación Profesional Básica (FP Básica) correspondientes al curso escolar 2021/2022, reconocen el esfuerzo y la dedicación de alumnos y alumnas al estudio, así como su trayectoria personal para motivarles a seguir esforzándose en niveles superiores de la enseñanza y a seguir participando en iniciativas y actividades que complementan su formación. Todo esto hace que los reconocimientos sean a la vez un excelente ejemplo para otros jóvenes de su edad.
De los 66 premios entregados en la 21ª edición de esta gala, celebrada en el Hogar Virgen de los Reyes el pasado 12 de octubre, dos fueron recogidos por nuestras alumnas. Acompañadas por sus familias y representantes del colegio, sienten que esto es un “reconocimiento a su trabajo y a la vez un impulso para seguir esta trayectoria”. Según cuenta Paola, esta distinción supone un orgullo pero le invita a “seguir mejorando, viendo que todo esfuerzo sirve para algo”. Igual piensa Ana, que vive este momento como “una recompensa pero también un incentivo para seguir adelante”.
En estos premios, además de la trayectoria académica se han valorado cuestiones como colaboración en el aula y el compañerismo, participación en actividades del centro, deportivas y otras acciones formativas relacionadas con aficiones o inquietudes, así como también la vinculación y colaboración con entidades y colectivos, como centros sociales, organizaciones humanitarias, asociaciones culturales, etcétera.
En el informe que elaboraron junto con su tutor para presentar sus candidaturas, tanto Ana como Paola incluyeron sus hobbies, entre los que se encuentran actividades deportivas, la música y práctica de instrumentos, el aprendizaje de otros idiomas, colaboraciones con entidades sociales y pasar tiempo con sus amigos.
Ambas destacan una buena planificación y organización en sus rutinas para poder desempeñar todas esas actividades además de compaginar su dedicación en el ámbito académico. “Me gusta estudiar y me ilusiona ponerme a hacer apuntes, me despierta curiosidad y me motiva aprender, y más si tienes un profesor detrás que te está animando”, comenta Paola. Para su compañera, el objetivo es siempre “hacer lo máximo que puedo, hacer todo lo mejor posible“, explica como fondo de su autoexigencia. Y además subraya su disposición a colaborar con sus compañeros en clase si necesitan resolver alguna duda o apoyo en alguna materia. “Me gusta estar disponible para ellos”, señala.
Las dos alumnas han encontrado en nuestro centro una base sólida y motivadora, desde el propósito de una educación integral, para alcanzar sus objetivos tanto a nivel académico como personal. “Me gustan las tutorías a lo largo del curso y la ayuda que prestan los profesores, también las actividades de Pastoral, como los encuentros, que me han ayudado a tener una experiencia formativa completa”, detalla Paola. Y eso, sumado al apoyo incondicional y dedicación de sus familias, han sido factores clave para que tanto Ana como Paola hayan logrado sus objetivos de aprendizaje, relación y crecimiento personal.
Como centro educativo, parte de la Fundación Spínola, nos sentimos orgullosos y vemos en reconocimientos como este el fruto de nuestro proyecto: una educación transformadora en la que el alumno es protagonista de su aprendizaje, toma conciencia de la realidad, pone sus conocimientos al servicio de la comunidad y trabaja por la construcción de un mundo más solidario. Partiendo de las capacidades personales de cada alumno, tomamos la diversidad como riqueza y pretendemos labrar un espíritu crítico y una actitud emprendedora que acompañe a nuestros alumnos hasta su vida adulta.